Asignación de Dinámica de grupos, con relación a los valores

Nombre: Nicole María Pérez Ureña 

Matrícula: 22-MPSN-5-013

Tema: Los valores como eje del desarrollo personal y profesional.

Introducción

Los valores representan el fundamento esencial sobre el cual se construye tanto el desarrollo personal como el profesional. Entendemos que los valores no solo orientan nuestras decisiones y comportamientos, sino que también configuran nuestra identidad, nuestras relaciones interpersonales y nuestra manera de vincularnos con el entorno social y laboral.

Hemos podido evidenciar, a lo largo de la formación académica y práctica, que el crecimiento personal y profesional requiere algo más que conocimientos técnicos o habilidades funcionales. Se necesita una estructura interna coherente, guiada por principios como la empatía, la responsabilidad, la honestidad y el respeto. Estos valores no solo fortalecen nuestra integridad individual, sino que también se proyectan en la forma en que intervenimos en contextos clínicos, educativos u organizacionales.

Desarrollo 

 El valor como fundamento del ser humano y la organización.

Los valores son convicciones profundas que orientan la conducta, las decisiones y la forma en que nos relacionamos con los demás. En el ámbito individual, actúan como principios éticos que dan sentido a nuestras acciones y promueven el bienestar emocional. En contextos escolares y organizacionales, los valores compartidos fomentan climas positivos, cohesión grupal y sentido de pertenencia.

Según Estrada, el cambio organizacional solo es posible si está basado en los valores y en el reconocimiento de las personas como el centro del proceso. Esto implica asumir una perspectiva sistémica y estratégica que considere las dimensiones humanas del cambio.

Es decir, cada persona debe de reconocer cuando los valores son eficaces para nuestro bienestar social. Tanto en el ámbito personal como el profesional. 

Sabemos que el desarrollo personal se potencia cuando se promueven valores como la responsabilidad, la empatía, el respeto y la honestidad. Estos valores son esenciales para que niños, adolescentes y adultos logren autonomía emocional y madurez social.

Estrada señala que, sin una transformación en el nivel individual, no puede haber un cambio genuino a nivel organizacional. Es decir, el verdadero cambio inicia en la conciencia individual y en la capacidad de autorreflexión sobre nuestros valores y comportamientos.

                                                                                                                                                 Valores dentro del trabajo grupal.

En grupos de trabajo, como los equipos escolares o los comités de apoyo psicopedagógico, los valores operan como normas implícitas que regulan la interacción y colaboración. La confianza, la escucha activa, el respeto por la diversidad y la corresponsabilidad son fundamentales para lograr metas comunes.

El artículo analizado refuerza esta idea al señalar que los valores no son simples decoraciones discursivas, sino estructuras dinámicas que deben integrarse en la cultura de los equipos para facilitar procesos de cambio auténticos.

En instituciones educativas y otras organizaciones, los cambios estructurales muchas veces fracasan por ignorar la dimensión humana. Estrada propone un enfoque gerencial basado en las personas y sus valores, como eje transversal de toda estrategia.

Conclusión 

En definitiva, los valores constituyen el pilar fundamental del desarrollo personal y profesional, ya que otorgan sentido, coherencia y dirección a nuestras acciones. En el plano individual, permiten construir una identidad sólida y una vida con propósito; en el ámbito profesional, guían la práctica ética y responsable, especialmente en disciplinas como la psicología, donde el contacto humano es constante y profundo.

Opinión como futura psicóloga 

Como futura psicóloga, tenemos una gran responsabilidad de los valores dentro de los distintos contextos en los que intervenimos: familia, educativo, organizacional y comunitario. Nuestra labor no se limita únicamente a evaluar o intervenir antes problemáticas, sino también implica educar, modelar y fomentar principios éticos y humanos que favorezcan una convivencia más sana, empática y respetuosa.

Los valores nos permiten orientarnos como persona, para saber que propósito y con qué finalidad se cumplen cada uno de ellos, ya que cada quien lo cumple a su manera ya sea de una forma positiva como negativa 

Incluso, cuando el saber se combina con valores humanos, la práctica profesional se vuelve significativa, ética y transformadora.

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